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Francisco Goldman on Juan Rulfo

Pedro Páramo is the most beautiful modern novel in Spanish—by modern I mean everything written from Don Quixote to today. It is also one of the most original, one of the most mesmerizing and strange. Juan Rulfo’s entire published literary output amounted to Pedro Páramo and one equally slender, and also classic, collection of short stories, El llano el llantas. That doesn’t seem all that surprising, because Pedro Páramo seems almost too unprecedented and singular. What would you do if, after writing a novel this uncompromisingly original and perfect—considering the role of luck along with everything else in this kind of perfection—you could never again match it? Gabriel García Márquez, living in Mexico, before he wrote One Hundred Years of Solitude, was so beguiled by Pedro Páramo that he memorized it. He could recite the whole book out loud! As if maybe then the book might begin to yield its secrets—its formal secrets, certainly, for there had never before been, I believe, a novel structured anything like this one. And yet it seems so effortlessly, naturally, seamlessly, and inevitably narrated. People talk about novels sculpting time in a new way, or defeating or subverting time, or of novels creating a world apart, in somehow autonomous relation to our usual reality: a life all their own, which is also ours. Pedro Páramo seems to do all of that. Yet its voices are so human they can easily seem even more human than those we hear ever day. And the “soul” of this book gets inside you and haunts you.

Pedro Páramo is one of the great ghost stories. Riderless horses, the invisible gropings of ghostly and hungry lovers, the dead tapping at the beloved’s window in the dead of the night. Imagine an H.P. Lovecraft story written by a Rilke with an ear for vernacular voices and a feeling for nature and place like Faulkner’s . . . Well, that’s not it exactly either.

When people say that Mexicans have a unique attitude toward death, a feeling for death, a celebratory poetry of death—the Mexico of Posada’s antic, unforgettable, grinning skeletons&Mdash;I feel I know exactly what they mean. I say, Yes, I know about that. But all I really know is this book, which is like an initiation, and the most eloquent expression ever of all that. And I don’t really have a better way of conversing about this aspect of Mexico than simply to say, well, read Pedro Páramo.

Juan Rulfo, vida y obra

1914:
Matrimonio de Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y María Vizcaíno Arias, padres de Juan Rulfo, el 31 de enero. En el mes de diciembre nace Severiano, hermano mayor de Juan Rulfo.

1917:
Nacimiento de Juan Rulfo, el 16 de mayo. Él sostuvo haber venido al mundo en Apulco, localidad cercana a San Gabriel, Jalisco. Es registrado en la ciudad de Sayula, Jalisco.

1919:
La familia de Juan Rulfo se establece en San Gabriel.

Nace Francisco, hermano menor de Juan Rulfo.

1922:
Nace Eva, hermana menor de Juan Rulfo.

1923:
Fallece, el 1 de junio, el padre de Juan Rulfo, asesinado. Muy probablemente ingresa a la escuela primaria de las monjas josefinas, en San Gabriel, en este año.

1926:
A causa de la inestable situación política imperante en el estado de Jalisco, el cura Irineo Monroy traslada su biblioteca a la casa de la madre de Juan Rulfo, donde Juan comienza a leerla.

1927:
Severiano y Juan Rulfo son enviados a un internado en Guadalajara para continuar sus estudios. A finales de ese año muere María, la madre de Juan Rulfo.

1932:
Juan Rulfo abandona el internado e intenta ingresar a la Preparatoria (Secundaria) de la Universidad de Guadalajara, entonces en huelga.

1933:
Continúa sus estudios en Guadalajara, en un seminario, y viaja por primera vez a la ciudad de México.

1936:
Hace el intento de estudiar Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, y luego en la Facultad de Filosofía y Letras, sin conseguirlo. Acude como oyente a algunas clases. Inicia su trabajo en la Secretaría de Gobernación. Allí conoce al escritor Efrén Hernández. A partir de este momento se sabe de la actividad literaria de Rulfo, que es seguida muy de cerca por Hernández.

1940:
Efrén Hernández lleva a la revista Romance,   dirigida por Juan Rejano, algunos fragmentos de la novela El hijo del desaliento,  de Juan Rulfo. No se publican entonces, y sólo sobrevive de esta obra el fragmento que lleva el título de “Un pedazo de noche”. Viaja por el país.

1941:
Sigue trabajando en la Secretaría de Gobernación y se establece en Guadalajara.

1942:
Continúa en Guadalajara e inicia su colaboración en la revista América,  de la ciudad de México, en compañía de Efrén Hernández.

1943:
Escribe el cuento “La vida no es muy seria en sus cosas”.

1945:
Publica un cuento por primera vez _”La vida no es muy seria en sus cosas”_, en el número 40, del mes de junio, de la revista América.

También en la revista Pan, de Guadalajara, en este mismo año pero posteriormente, publica los cuentos “Nos han dado la tierra” (número 2, julio) y “Macario” (número 6, noviembre).
1946:
Radica, desde mediados de este año, en la ciudad de México. Inicia  un nuevo trabajo en las oficinas de la empresa Goodrich Euzkadi.

Se publica “Macario” (de nuevo) en la revista América  (número 48, junio).

1947:
Presenta, en marzo, “Es que somos muy pobres” a un editor, quien lo rechaza porque “lo encontraron subido de color”, como dice en una carta a su novia Clara Aparicio. En una carta a Clara del 1 de junio menciona, por primera vez, que está intentando escribir “algo” que se llamará “Una estrella junto a la luna”, que se convertirá en la novela Pedro Páramo.

En estos mismos días escribe en sus cartas a Clara sobre su actividad como fotógrafo. Se queja igualmente de que gasta mucho comprando libros. Asiste a conciertos de la Orquesta Sinfónica y funciones de ballet, así como al cine. Se publica “Es que somos muy pobres” en la revista América  (número 54, agosto).

Hace frecuentes excursiones a los volcanes cercanos a la ciudad de México. Intenta trabajar en la industria del cine.

1948:
En enero se transmiten por radio algunos fragmentos de “La Cuesta de las Comadres”, que luego se publica en América  (número 55, febrero).

En abril contrae matrimonio con Clara Aparicio Reyes.

A finales de este año comienza a viajar como vendedor de la Goodrich Euzkadi.

1949:
Menciona en una carta de julio la revista Mapa,  a la que se está acercando como colaborador.

Publica por primera vez, en la revista América,  fotografías (11 imágenes) suyas (número 59, febrero).

1950:
Menciona en una carta de noviembre la preparación de un artículo, con fotografías suyas, sobre Castillo de Teayo, para su posible publicación (este artículo ilustrado aparecerá publicado en 2001).

Aparece la guía Caminos de México,  ilustrada con algunas fotografías suyas.

Publica en América  los cuentos “Talpa” (número 62, enero) y “El Llano en llamas” (número 64, diciembre).

1951:
Publica en América el cuento “Diles que no me maten” (número 66, agosto).

1952:
Aparece como director del número de enero de la revista Mapa. En este número publica el artículo ilustrado (con sus fotografías) “Metztitlán”, bajo el seudónimo de Juan de la Cosa.

Inicia su primer período como becario (1952-53) del Centro Mexicano de Escritores.

1953:
Publica El Llano en llamas  en el Fondo de Cultura Económica, con 15 cuentos, a los que incorporará posteriormente “La herencia de Matilde Arcángel”, aparecido en revista en 1955 y, con cambios, en el volumen de cuentos en 1970, así como “El día del derrumbe”, aparecido en revista también en 1955 e incorporado al libro de cuentos en el mismo 1970.

Inicia su segundo período como becario (1953-54) del Centro Mexicano de Escritores.

1954:
Entrega al Centro Mexicano de Escritores, hacia julio-agosto, una copia mecanográfica, con unas pocas correcciones a mano, de la novela que en este momento lleva el título de Los murmullos.  Entrega al Fondo de Cultura Económica, a finales de septiembre, el original mecanográfico de la novela que ahora lleva el título de Pedro Páramo,  con correcciones a mano más abundantes que las efectuadas en la copia entregada previamente al Centro.

En este mismo año, en tres revistas diferentes (Letras Patrias,  enero-marzo; Revista de la Universidad,  junio; y Dintel,  septiembre), publica diversos pasajes, en orden sucesivo (inicial, uno intermedio, y final), de la novela.

1955:
Publica Pedro Páramo  en el Fondo de Cultura Económica.

1956:
Hace, por encargo, una serie de fotografías de los patios de ferrocarril de Nonoalco-Tlatelolco.

Comienza a trabajar en la Comisión del Papaloapan.

1957:
Recibe el Premio Xavier Villaurrutia por Pedro Páramo.  Es la primera vez que se entrega este galardón.

1958:
Traducción de Pedro Páramo  al alemán (primera a cualquier lengua), por Mariana Frenk. A partir de esta versión se suceden sin interrupción las traducciones  de la obra de Juan Rulfo a los idiomas más diversos.

Inicia, con otros, la serie Voz Viva de México,  para la UNAM.

1959:
Realiza, con Antonio Reynoso, el cortometraje El despojo, filmado en el estado de Hidalgo.

1960:
La familia Rulfo se traslada a Guadalajara.

Juan Rulfo trabaja en una empresa de televisión y prepara un libro sobre la historia de la conquista de Jalisco, como parte de una serie que esta empresa proyectaba publicar.

1962:
La familia Rulfo se establece nuevamente en la ciudad de México. Juan Rulfo comienza a trabajar para el Instituto Nacional Indigenista.

1963:
Aparece el disco de Voz Viva de México de la UNAM con la voz de Juan Rulfo grabada en 1958.

1964:
Se estrena la película El gallo de oro,  dirigida por Roberto Gavaldón, sobre una historia escrita por Rulfo.

Se filma La fórmula secreta,  dirigida por Rubén Gámez con un texto de Juan Rulfo.

1970:
Recibe el Premio Nacional de Literatura.

1980:
Homenaje Nacional dedicado a Juan Rulfo. Se realiza un acto en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes;  se inaugura una exposición con su obra fotográfica y se presenta el libro-catálogo de la misma.

Se publica El gallo de oro.

1981:
Se publica el libro de fotografías Inframundo,  con una selección muy parecida a la del libro-catálogo anterior.

1983:
Recibe el Premio Príncipe de Asturias, que concede el gobierno español.

1986:
Fallece en su casa de la ciudad de México el 7 de enero.

1994:
Aparece Los cuadernos de Juan Rulfo,  con una selección de textos suyos, inéditos.

Se realiza la exposición Arquitectura de México. Fotografías de Juan Rulfo,  en el Palacio de Bellas Artes, con un catálogo del mismo nombre.

2000:
Se publica Aire de las colinas. Cartas a Clara,  con la correspondencia de Juan Rulfo (1944-50) a su novia y esposa.

2001:
Se realiza la exposición México: Juan Rulfo fotógrafo, inaugurada en abril en el Palacio de la Virreina de Barcelona, España, con un libro-catálogo del mismo nombre. Esta exposición se presenta igualmente en junio en Sao Paulo, Brasil, y en octubre en Porto Alegre, en el mismo país. En septiembre esta exposición fotográfica se integra a una de mayores dimensiones, que incluye una amplia selección de documentos y objetos relativos a la vida y obra de Juan Rulfo, presentándose en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México, con el título de Juan Rulfo, voces y silencios. En noviembre se presenta, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, el libro con fotografías y textos inéditos de Juan Rulfo que lleva el título de Juan Rulfo, letras e imágenes.

 

Otras actividades intelectuales y pasiones art�sticas del escritor Juan Rulfo.

Las últimas investigaciones confirman la versatilidad del mundo interior y de las labores artísticas y cotidianas de Juan Rulfo. Mundialmente conocido como autor de dos obras maestras, el novelista y cuentista fue también un consumado fotógrafo, como lo confirman los más de siete mil negativos que se conservan en la Fundación Juan Rulfo. Hoy sabemos, gracias a documentos familiares, que la vocación del artista por la fotografía surgió casi al mismo tiempo que la pasión por la lectura: al salir del internado en Guadalajara, contaba ya con una cámara fotográfica. De manera orgánica se ligan a esas dos actividades “lectura y fotografía” otros dos grandes placeres del escritor: el alpinismo y, en general, el excursionismo. Cámara en ristre, Rulfo recorrió el país literalmente de arriba abajo para capturar al mismo tiempo las imágenes del presente y las trazas del pasado. De igual modo, la antropología y la historia se le fueron convirtiendo en disciplinas familiares, pues los viajes por nuestro territorio entrañan siempre, en efecto, y aun más para una sensibilidad como la suya, una incursión por las más distintas capas étnicas, lingüísticas, sociales y culturales. Ahora bien, Rulfo dio carácter sistemático a todas sus experiencias empíricas por medio de amplias lecturas en esos órdenes y en ámbitos tan específicos como la fotografía de espacios arquitectónicos. La combinación de conocimiento vivo y lectura estudiosa es sin duda una causa decisiva de la profundidad de Juan Rulfo como escritor y como fotógrafo. Igualmente, el cine le proporcionó posibilidades expresivas que sobre todo tuvieron curso en El despojo y en La fórmula secreta. Aunado a lo anterior, el maestro fue un melómano consumado y puso en el gozo de la música tanto esmero como en las otras disciplinas: por ejemplo, formó una extensa colección de piezas medievales y clásicas.